Con la aparición con vida de los 33 mineros sepultados a 700 metros bajo tierra todos hemos celebrado, pero al mismo tiempo nos damos cuenta que este hecho se produce por la impunidad patronal que mantiene en condiciones laborales deplorables a toda la clase trabajadora. Frente a este hecho, desde las Tendencias Clasistas de Trabajadores opinamos que es urgente un llamado a paro nacional desde las principales centrales sindicales, desde la CUT hasta las diferentes organizaciones mineras, como la Federación Minera de Chile, la FTC, entre otras, para lograr condiciones de trabajo 100 % seguras, por la vía de la movilización y lucha unitaria a nivel nacional. No es posible que haya tanta pasividad por parte de los dirigentes sindicales, la mayoría militantes del Partido Socialista y el Partido Comunista.
Lucha mapuche, estudiantil y represión del gobierno empresarial
También hemos sido testigos de la brutalidad con que el gobierno de empresarios, gerentes y latifundistas de Piñera ha militarizado el sur y reprimido al pueblo mapuche que se ha visto obligado a iniciar huelgas de hambre, incluso de niños, para defender sus derechos ancestrales y territoriales. Asimismo, los estudiantes, tanto universitarios como secundarios, han recibido duros golpes por el hecho de enfrentar la privatización de la educación pública y cuestionar en las calles el negocio de la educación.
Luchas aisladas de trabajadores: es necesaria su unificación
Uno de los problemas fundamentales que enfrentamos los trabajadores es el aislamiento de las huelgas, marchas y movilizaciones. Lo vemos en la actualidad, cuando por ejemplo el jueves 2 de septiembre alrededor de 3 mil trabajadores públicos marcharon en protesta por los miles de despidos a principios de año, para unos días después ver a los trabajadores de la Confusam protestar por el quite de perfeccionamiento. Y así suman los ejemplos. Es necesario unificar las luchas, puesto que su aislamiento sólo fortalece a la derecha en el gobierno. Para esto es imprescindible desplazar a los actuales dirigentes oficiales de la clase trabajadora, principalmente del PS y del PC, que demuestran no buscar movilizar masiva y unitariamente a la clase trabajadora. Por el contrario, prefieren llegar a acuerdos pacíficos y estériles con los organismos de los patrones, incluso aceptando ataques a la juventud trabajadora, como el reciente acuerdo CUT-SOFOFA que estipula un contrato de primer empleo, consistente en rebajar el sueldo a los que ingresan al mundo laboral: un claro ataque a las ya precarias condiciones laborales.
A 37 años del golpe de Estado
El golpe y la dictadura significaron un ataque brutal a las conquistas obreras y sus condiciones de trabajo y de vida; sus efectos se ven aún hoy en la actual situación de carestía de la vida, represión, precarización laboral y subcontratación. En este contexto, además del problema de la división de las luchas obreras y su pasivización por parte de sus dirigentes, es necesario organizar Tendencias Clasistas en cada lugar de trabajo, planteándose levantar un sindicalismo clasista que busque unificar a la hoy dividida clase obrera organizada en varias centrales sindicales a través de un pliego único y una Coordinadora General de Movilizaciones, que busque aglutinar las distintas luchas y terminar con la subcontratación y avanzar al paso a planta de todos los trabajadores, por un sueldo mínimo de 360 mil pesos, por un tarifado nacional por oficio y negociación colectiva por rama productiva. Éstas y otras políticas levantamos los trabajadores independientes y los militantes de Clase contra Clase.
Te invitamos a dar esta pelea en las Tendencias Clasistas de Trabajadores.
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En Sudáfrica los trabajadores públicos unidos enfrentaron al gobierno:
¡Sigamos su ejemplo para enfrentar los despidos del gobierno de Piñera!
Pese a que en Chile ningún medio quiere acordarse de la crisis económica mundial que explotó el 2008, lo cierto es que ésta sigue desarrollándose y los capitalistas a nivel mundial buscan descargarla en nuestras espaldas y las de nuestras familias. Frente a estas ofensivas de los patrones y sus gobiernos, los trabajadores han salido a la lucha, protagonizando fuertes huelgas generales por ejemplo en Europa, con millares de trabajadores movilizados. Esta situación comienza a generalizarse en otros lugares del mundo, como ha ocurrido en China, Bangladesh y Camboya en Asia y como lo vemos también hoy en día con la fuerte huelga de 1,3 millones de empleados públicos en Sudáfrica, la economía más desarrollada del continente más pobre, como es el africano.
Esta huelga de los trabajadores fiscales sudafricanos comenzó el pasado miércoles 18 de agosto, exigiendo al gobierno de Jacob Zuma un reajuste del 8,6 % (alrededor del doble de la inflación) y una asignación por hogar de 1.000 rands (moneda sudafricana). Contando con una participación prácticamente total de los trabajadores del sector salud y educación, ha generando una fuerte presión al gobierno, el que no obstante se ha negado a cumplir las demandas de los trabajadores justificándose en que la caída de la economía del país producto de la crisis económica mundial lo tiene atado de manos, hipócritamente queriendo ocultar que los recursos que producen los trabajadores –principalmente en las minas de oro y platino- se los llevan un pequeño puñado de empresarios sudafricanos y extranjeros, y que con ellos se podría abastecer las necesidades de la población. ¡Hablamos de una población en que cada trabajador debe alimentar a 5 miembros de su familia, de una población donde los techos se hacen con materiales recogidos de los vertederos, de una población en que un joven de cada dos entre 18 y 24 años se encuentra en paro!
En medio del paro de los trabajadores públicos, que ya hacía con su fuerza tambalear al gobierno pro-empresarial de Zuma, se dio una gran muestra de solidaridad entre trabajadores con el voto de paro en apoyo -que se materializaría el 2 septiembre en caso de seguir la movilización- alcanzando por los trabajadores del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros de Sudáfrica (NUM, por sus siglas en inglés), que se obtuvo presionando a sus dirigentes sindicales partidarios al gobierno. Esta situación terminó de dejar al gobierno contra las cuerdas, con lo que tuvo que aumentar su oferta ha 7,5 % de reajuste y 800 rands, muy cercana a lo que los trabajadores demandaban. En este contexto, los dirigentes de la huelga decidieron llamar a la negociación con el gobierno, bajando el paro siendo que estaban todas las condiciones dadas para obtener un triunfo total con el paro en solidaridad que estaba planteado y no alcanzó a desarrollarse.
Esta experiencia de huelga deja varias lecciones. Por un lado, muestra la fuerza de los trabajadores cuando se unen, pero por otro la necesidad de superar a los dirigentes sindicales que quieren conciliar con los gobiernos que defienden los intereses de los patrones o con los patrones mismos.
Hoy, en el contexto de la convocatoria de paro nacional por dos días convocado en Chile por la ANEF, es necesario aplicar las lecciones que nos dejan procesos de lucha como la huelga de los trabajadores públicos de Sudáfrica.
Que distinto sería si la ANEF llamara a un paro indefinido como lo hicieron los trabajadores de Sudáfrica y como lo hizo esta misma sindical el 2008. Incluso más, que distinto sería por ejemplo hoy si los sindicatos del cobre pararan en solidaridad con los trabajadores públicos para frenar la impunidad patronal, despidos y pelear por la reincorporación de todos los compañeros. Si esto que decimos ocurriera que no quepa duda de que lograría la reincorporación de los despedidos. Pero, entonces, ¿por qué no ocurre? Pues porque las direcciones de estos sindicatos (PS-PC) no quieren poner contra las cuerdas al gobierno patronal, sino que por el contrario apelan a confiar en ellos y en mesas de negociación lograr migajas, mientra siguen pasando despidos y aumentan las condiciones precarias de vida y trabajo.
Pero, ¿y qué hacer? Pensamos que es necesario levantar Tendencias Clasistas de Trabajadores de cada lugar de trabajo, para luchar por superar a los dirigentes sindicales que pactan con los empresarios y con los gobiernos pro-patronales, y anteponer a la colaboración para lograr migajas la unidad y solidaridad de los trabajadores y la lucha hasta el final para lograr nuestras demandas.
Además, esta perspectiva se vuelve más necesaria que nunca hoy cuando a nivel internacional los capitalistas quieren descargar la crisis económica sobre nuestros hombros, y por lo tanto, nuestra unidad y nuestra solidaridad como trabajadores debe darse como respuesta a nivel internacional, para que así la crisis la paguen quienes la generaron, que son ellos, los capitalistas.
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¡Ayer y hoy la derecha ha estado contra los derechos de las y los trabajadores!
¡Enfrentemos la inserción de la derecha en los sindicatos no con pactos con la Concertación, sino levantando Tendencias Clasistas de Trabajadores de Base en cada lugar de trabajo!
Hoy, cuando millones de trabajadores y trabajadoras vivimos extenuantes jornadas laborales de explotación y opresión, recibiendo a cambio un salario de hambre que no alcanza para nada debido a las constantes alzas, además de ser reprimidos por el gobierno de Piñera y su policía cuando peleamos por nuestros derechos durante la huelga, debemos más que nunca expulsar a la derecha de nuestras organizaciones, frente a sus planes de insertarse en los sindicatos para tener mayor respaldo para sus políticas antiobreras.
En este sentido, tampoco debemos olvidar que fue la derecha, junto al empresariado estadounidense, quienes planificaron el Golpe de Estado de 1973, abriendo paso a la dictadura patronal que asesinó a miles de trabajadores y militantes de izquierda, aplastando a los sindicatos y sus organizaciones como los cordones industriales, terminando con todas las conquistas obreras de estabilidad laboral, salud y educación gratuitas, etc.
Hoy, cuando el gobierno de empresarios y gerentes de Piñera junto a los partidos de la derecha (UDI y RN) buscan reducir la indemnización por años de servicio e impulsar un contrato de primer empleo para bajar los salarios de la juventud trabajadora; cuando buscan levantar el teletrabajo para precarizar las condiciones laborales sobre todo de las mujeres; profundizar la subcontratación y el trabajo inestable y precario, además de privatizar la salud y educación, a la vez que reprimen incluso a balazos toda lucha obrera y popular, es más necesario que nunca expulsar a la derecha de nuestros sindicatos y organizaciones.
¿Pero cómo enfrentar a la derecha? Desde Clase contra Clase opinamos que no es posible dar esta lucha ni ninguna otra teniendo como aliado a los partidos de la Concertación (PPD, PS, DC) como ha venido haciendo el Partido Comunista al interior de la CUT, del Colegio de Profesores, entre otros, pues ha sido la Concertación la que ha mantenido y profundizado la subcontratación, los sueldos de hambre y la represión a luchas obreras que dejó la dictadura de la derecha.
Al contrario, opinamos que los trabajadores debemos confiar en nuestras propias fuerzas y capacidad de organización. Para expulsar a la derecha de nuestros sindicatos es necesario levantar Tendencias Clasistas de Trabajadores en cada lugar de trabajo, en los sindicatos y centrales sindicales, con delegados mandatados y revocables desde las asambleas, para impulsar una política sindical clasista y combativa, independiente de los partidos patronales de la derecha y la concertación, para luchar por el fin de la subcontratación y por el paso a planta de todos los trabajadores, por un sueldo mínimo acorde a la canasta familiar de 360 mil pesos y condiciones seguras de trabajo, por derecho efectivo a huelga y negociación colectiva por rama.
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